
“Grondona mintió. Bilardo me traicionó”, esgrimió Diego Maradona en su comunicado.
Resulta difícil creer en las declaraciones de los implicados en esta historia que desencadeno en la finalización del ciclo de Maradona al frente de la selección. Hago mis esfuerzos pero no hay caso, no le creo casi nada a nadie. No le creo a Diego después de la lectura de su carta, mostrando un semblante de víctima. No le creo a Grondona cuando declaró con falaz intención en la puerta de la AFA. Y Tampoco le creo a Bilardo mientras repaso su defensa y su respuesta a Diego en su programa radial. Reviso viejos testimonios de los protagonistas de esta novela y el escepticismo es aún mayor.
¿No era que nosotros los periodistas mentíamos acerca de la mala relación Bilardo-Diego? ¿No era un invento del periodismo de rostro amarillo los desencuentros entre el cuerpo técnico y el manager de selecciones? ¿No estaba todo bien en cuanto a la convivencia? No, claro que no estaba todo bien ni mucho menos. Eran informaciones veraces que graficaban una situación bien clara, de distanciamiento entre Maradona y su cuerpo técnico para con la dupla Grondona-Bilardo.
"Es el único que puede hacer lo que quiere" dijo días atrás el mandamás de la AFA acerca de Diego y su decisión de continuar o no como Dt. Claro, puede hacer lo que quiera siempre y cuando obedezca los condicionamientos del hombre más poderoso del fútbol argentino y tal vez de la orbita mundial. Entonces el mensaje de Don Juilio traducido seria así: Diego es el único que puede hacer lo que quiere siempre que ese hacer este autorizado por mí o sea de mi agrado.
Grondona le mandó a decir a Bialo que anuncie oficialmente que la AFA le iba a proponer a Diego seguir sin condicionamientos, cosa que no era cierta. Días después, reunión con el Dt mediante, Grondona ordenó al obediente vocero informar que la honorable asociación del futbol argentino no le renovaba el vínculo a Diego después de conseguida la unanimidad (esta palabra para Don Julio tiene otras concepciones) en el comité ejecutivo.
Los cobardes integrantes de dicho comité de la AFA hablaron pestes de Maradona luego de participar de una decisión democrática en la que 27 miraban, escuchaban y acataban y sólo uno votaba. Si, sólo Grondona decidía si Maradona seguía o no, mientras los temerosos dirigentes repetían al unísono “sí Don Julio”.
En la AFA se usa una democracia en la cual solo vota una persona. Grondocracia seria la palabra adecuada para buscar este tipo sistema en el diccionario
Capítulo Bilardo:
Maradona en su comunicado también dijo: “Bilardo trabajaba en las sombras para echarme”. De esas sombras de las que habla Maradona son las mismas sombras a las que fue arrastrado Bilardo por el propio Dt. Las sombras propias de una función fantasma e ineficiente para alguien de su trayectoria y experiencia. ¿O van a decirme que el doctor se encargaba de reservar vuelos, alquilar hoteles y de pedirles los documentos a los jugadores para realizar trámites? Claro que no. Bilardo operaba a su manera y como podía, con los condicionamientos que le impusieron el propio Maradona y su cuerpo técnico. Bajo mi punto de vista un verdadero desacierto. Maradona se tendría que haber apoyado en Bilardo en pos de buscar beneficios y una mirada distinta para el bien del equipo. ¿O acaso esa vieja y famosa frase de que la camiseta está por encima de todos y todo no es cierta?
Ahora díganme la verdad ¿Qué esperaban de Bilardo? ¿Qué después de ser condenado a no ser escuchado, a no ser consultado y a ser despojado, iba a estar contento? Por supuesto que no. Era sabido que estaba disgustado, poco feliz y se sentía inútil en su función.
Sí es cierto que éticamente no es correcto lo que hace Bilardo al continuar en su cargo, esto de acuerdo a sus propias declaraciones, como por ejemplo esta: “En el Mundial, separe a Diego y le dije: Si sale mal, me voy con vos, y si sale bien, veo. Pero nadie le dijo a Maradona que se vaya”. Expreso que no me parece correcto que continúe, simplemente porque se contradice a si mismo, para afirmar esto solo hay que recordar que para Bilardo lo único que vale es ser primero y que de los demás no se acuerda nadie. Por lo tanto, bajo la óptica del doctor las cosas no salieron bien, motivo por el cual se tendría que ir con Diego sí es que tiene deseos de cumplir sus palabras y pensamientos. “Bilardo se hace el boludo pero no es boludo” dijo el propio Bilardo en su respuesta a Diego.
Maradona no tuvo espíritu ni voluntad para negociar con Grondona. Erró el camino al dilatar la reunión, con viaje a Venezuela en el medio y declaraciones públicas antes de sentarse a hablar con Don Julio. En lo único que coincido con Grondona y discrepo con Diego, es que eran necesarios cambios dentro del cuerpo técnico.
Y el periodismo en su gran mayoría también los pedía, ese mismo sector que ahora calla el pedido solo por tomar partido. Diego esto no lo quería negociar, solo por apoyarse en los famosos códigos. Privilegió lo afectivo y personal por sobre lo profesional.
También hay que resaltar que Maradona careció en todo momento de autocrítica, algo tan importante para ir en búsqueda de mejoras, aprendizaje y de crecimiento.
Es cierto que a Diego lo traicionaron y le mintieron, pero él nunca fue ingenuo, él sabia que las cosas eran así, conocía las reglas del perverso juego de poder que habita en la AFA y también conocía al dedillo el actuar de los protagonistas en esta historia. No las denunció en su momento, cuando estaba afuera de la selección, por lo tanto no es saludable hacerlo ahora.
Señores, la carroña esta servida. Cuando terminen de comer, por favor hablemos de fútbol.